El revestimiento para baño se instala principalmente en paredes y suelo. Más allá del resultado decorativo, que generalmente es muy bueno, los revestimientos sirven para permitir el aislamiento térmico y acústico, resistir a la humedad, algunos repelen el fuego y además nos ayudan a esconder imperfecciones que pudieran haber en el lugar.
A la hora de elegir el revestimiento que se desea, es importante considerar las características del material, su durabilidad, mantenimiento y resistencia. En la actualidad con los avances tecnológicos existen diversos tratamientos para combatir la humedad que abren un abanico de posibilidades a la hora de diseñar nuestro espacio y optar por un tipo de revestimiento.
Tipos de revestimientos:
Revestimiento con cerámica
Es un material resistente. En el mercado puedes encontrar una amplia variedad de colores y formas. Se vende de forma separada y puede cambiarse con facilidad. Su desventaja es que puede resultar algo resbaladiza si no está seca.
Revestimiento de porcelanato
Es un material más resistente que la cerámica y menos resbaladizo ya que para el baño vienen con propiedades antideslizantes. En el mercado se pueden encontrar diversas texturas. Se requiere de mano de obra especializada para su colocación.
Revestimiento de mármol o granito
Por tratarse de una piedra natural su acabado es único, pero se aconseja realizar una impermeabilización para evitar que absorba grasas y otros productos químicos.
Revestimiento de Gresite
Es una opción muy versátil. Es un azulejo muy pequeño unido por una malla, las líneas de la lechada ayudan a generar una superficie menos resbaladiza. Hay varias opciones de texturas y colores.
Revestimiento de madera
La madera si está adecuadamente tratada para resistir la humedad es una de las opciones que brinda mayor calidez al baño.
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